2- Discución con los padres: la típica riña entre nuestros padres y nosotros a la hora de comer, donde se saca el tema de la vaguería en los estudios, las abundantes salidas los fines de semana, el exceso de uso del ordenador entre semana...
3- Discución con los amigos: te vas de vacaciones un tiempo y cuando llegas tus amigos se han hecho íntimos y tu te sientes una persona acoplada a ellas, cualquier cosa que haces o dices hace que se rían y esos momentos en los que les dices lo que piensas y la que acaba mal eres tu.
4- No te aceptas tal y como eres: todos tenemos altos y bajos de autoestima en nuestra vida, cuando te miras al espejo y te dan ganas de llorar y encerrarte en una habitación y no salir, cuando socialmente sientes que nadie te quiere ni te considera su amiga y sientes que vas a entrar en depresión.
A veces, cuando veo algo muy difícil, me doy por vencida y me estanco. Cosa que no tendría que hacer, porque por muy difícil que sea algo siempre, siempre, siempre se podrá superar.
1- Por muchos exámenes que tengamos, si nos los preparamos con tiempo y poco a poco, todo saldrá bien.
2- Si en vez de ser tan cabezotas, alguna vez les damos la razón a los padres y nos damos cuenta de que lo que dicen lo hacen por nuestro bien, nuestra relación con ellos sería perfecta.
3- Es normal que si desapareces durante un tiempo, tus amigos sigan su vida y agranden su amistad. Poco a poco te podrás integrar con ellos y acabarán queriéndote como antes.
4- Si no te quieres tal y como eres, nadie te va a querer nunca. Hemos nacido así y así vamos a morir, nos guste o no. Asique nos conviene aceptarnos física, socialmente y en todos los aspectos de forma positiva.
Lo difícil se hace. Rendirse no es una opción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario